Gerhard Richter (1932) que del 6 octubre 2011 hasta 8 enero 2012 expondrá en Tate Modern, de Londres, a lo largo de toda su carrera ha cultivado en su trabajo un estilo aparentemente antimodernista. Pero si algo caracteriza a Richter es su falta de estilo definido, no se ha quedado en un solo estilo, su poliformismo desarma a los críticos y a las clasificaciones de los historiadores del arte; y sin embargo los coleccionistas están dispuestos a pagar. Recientemente su óleo ‘Zwei Kerzen’ (Dos árboles), ejecutado en el estilo fotorrealista, se vendió por 9.5 millones de euros.
Comienza a pintar acuarelas en unas vacaciones al descubrir la economía de medios necesarios para pintar. Usaba medio folio o papel de cuaderno.ya que el papel barato le permitía evitar la estética de la acuarela tradicional. Utiliza sin complejos el encharcamiento de colores para a continuación recortar la imagen con violentos trazos oscuros.
Pinta acuarelas en series, realizadas en un período corto de tiempo, dejando transcurrir un año o más hasta la siguiente serie.
En general la producción artística de Gerhard Richter se suele clasificar en tres períodos:
• figurativo, en el que las pinturas se basan en la fotografías o en la naturaleza, Después de realizar murales y hasta 1962 su obra es fundamentalmente figurativa, influida por Giacometti, Bacon y Dubuffet. Su primera exposición individual la hizo en 1964. A partir de es fecha se movió rápidamente a través de varios estilos: «No persigo ninguna intención, no tengo sistema ni estilo» aseguró en 1966.
• constructivista, es un trabajo más teórico, como tablas de color, paneles de vidrio y espejos. Comenzó esta fase a finales de los sesenta, con trabajos como Color Charts, Inpaitings, Gray Paintings y Forty-eight Portraits. Pero a inicios de la década de los años setenta, evolucionó hacia una pintura monocromática y sobria.
• abstracta, es casi todo el trabajo que ha realizado desde 1976, excepto algunos bodegones y paisajes. A comienzos de los ochenta, dentro de la pintura neoexpresionista entonces en boga, sus pinturas sobre lienzo son delineadas con desparpajo, y adquieren colores brillantes.
En las acuarelas de los 80 utiliza lápices de cera, como reserva y como línea, para dar a la acuarela un acabado final de collage o de un acrílico. Emplea la acuarela como material opaco en su estrategia de crear un hecho visual nuevo. Así sus pinceladas verticales azules y oscuras, en fondos dinámicos de rojos y amarillos, le permiten sugerir árboles o paisajes urbanos.
En las de los 90, de nuevo renueva su estilo y realiza acuarelas transparentes y radiantes. Aprovechando la fluidez del agua y los accidentes que provoca, explorando el medio, hasta el límite, para encontrar armonías.
Podemos encontrar su libro Gerhard Richter Aquarelle / Watercolors 1964-1997 editado por Dieter Schwartz (Richter Verlag, 1999) en Amazon.
Página web oficial de Gerhard Richter
2 comentarios sobre “Gerhard Richter pintar en la era de la fotografia”
Euke
(17 enero 2011 -09:14)Me han sorprendido sus acuarelas (que me encantan), ya asistí a dos esposiciones suyas y no lo hubiera situado en la acuarela.
jose
(17 enero 2011 -14:36)este es el espíritu de la acuarela, no el uso superficial de los efectos que persigue la mayoria