El 31 de Mayo, en Nueva York, a los 98 años, moría Louise Bourgeois nacida en París en 1911 el día de Navidad. Con 11 años vio cómo su padre abandonaba a su madre, enferma, esa combinación de traición y enfermedad marcaría su arte, en una carrera que ha abarcado casi setenta años.
Después de graduarse en la Sorbona en 1935, donde se especializó en matemáticas y filosofía, Bourgeois estudió en a Escuela de arte del Louvre, Bissiére Atelier, y en la École des Beaux Arts. Tres años más tarde se matriculó en las clases impartidas por el artista modernista Fernand Léger.
En 1938, se casó con el historiador de arte estadounidense Rover Goldwater y se mudó a Nueva York. Allí, ella comenzó su carrera artística como pintor y grabador. Estudió litografía con Will Barnet y trabajó en el taller de Stanley Hayter Atelier 17. Los grabados que hizo en este primer período 1938-1949 apenas se han editado. Louise Bourgeois participó en diferentes corrientes artísticas, bajo la influencia del surrealismo de los inmigrantes europeos en EE.UU.
En 1940 volvió a la escultura. Realizando grandes instalaciones que abordaban la sexualidad, la familia y la soledad. Su obra abstracta incorpora el uso del bronce, yeso, mármol y de látex. Es muy conocida por sus representaciones de la maternidad, bajo la forma de grandes arañas.
En los años ochenta retomó su obra gráfica. Fue la primera mujer a la que el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York le dedicó una retrospectiva, en 1982. En 1993, Bourgeois representó a Estados Unidos en la Bienal de Venecia. En 1997 el Presidente de Estados Unidos le entregó la National Medal of Arts.
Existe una Tesis Doctoral de Isabel Mª Jiménez Arenas titulada «La expresión plástica de Louise Bourgeois. Estrategias feministas para una praxis terapéutica.», útil para ampliar la visión sobre esta escultora.
