Antes de la guerra civil existió en el País Vasco una prestigiosa Asociación de Artistas Vascos, creada en Bilbao en 1911, que aglutinaba a todos los grandes pintores, escultores, dibujantes y arquitectos de Euskalherria. Muchos de ellos, especialmente los que habían sido pensionados con estancias en la Escuela Española de Roma, practicaron la acuarela, como es el caso de los Pancho Bringas, Ignacio Díaz Alano, José Echenagusía, Anselmo Guinea, Adolfo Guiard, BIas Lumbreras, Ignacio Ugarte y Eduardo Zamacoís, pero en ningún caso pueden merecer la calificación de acuarelistas, a pesar de las maravillosas obras que nos legaron ejecutadas con esta técnica. Ninguno de ellos, por supuesto, llegó jamás a realizar una exposición individual de acuarela.
Disuelta la Asociación con la contienda civil, se forma a finales de 1940 una tertulia de amigos, iniciada por Juan de Aróstegui Barbier, Arturo Martínez Taubmann, José María Quintana y Nicolás Zubigaray, a la que denominan Grupo del Suizo, por ser el nombre del café bilbaíno en que se reunían. Amantes de la pintura y practicantes de la misma de forma aficionada, atraen rápidamente a otros pintores no profesionales, realizando algunas exposiciones de obras ejecutadas mayoritariamente al óleo, entre las que se cuelgan algunas acuarelas. Cuando en 1945 el grupo ha logrado una cierta entidad, deciden sus promotores crear dos sociedades: La Asociación Artística Vizcaina, que pretende ser la legítima heredera de la desaparecida Asociación de Artistas Vascos, y la Agrupación de Acuarelistas Vascos, de carácter exclusivo para quienes se expresan con la técnica de la acuarela.
