Al comenzar a pintar, enseguida se aprende que las sombras no son todo blancos y negros, y que pintar las sombras exige un detenido estudio de sus diferentes colores. Y en general se resuelven con una combinación mas o menos afortunada de el color del objeto, su color complementario, el blanco y el negro o el azul. Pero ¿ cual es la razón de esta forma de actuar ?, ¿ cual es el color real de las sombras ?.
Cuando sólo existe una fuente de luz, las sombras arrojadas por ella tenderán al gris, pero ¿ que ocurre cuando hay varias fuentes de luz ?
Para estudiarlo, existe un experimento de física muy sencillo que nos lo muestra: con 3 bombillas de color azul, verde y roja enfocadas hacia la misma superficie, obtendremos una luz blanca sonbre esa superficie.
Pero al interponer un cuerpo, entre las luces y la superficie de proyección, veremos las sombras reales que produce la luz de las bombillas.
Visualmente comprobaremos que el color de las sombras dependerá del color de la luz que ilumina el objeto.
La elección de los colores de la bombillas no es casual, se han elegido por ser los correspondientes a la sensibilidad de los 3 receptores para la luz coloreada que tiene la retina del ojo humano: uno sensible a la luz roja, otro a la luz verde, y el tercero sensible a la luz azul. Con los 3 percibimos más de 1 millón de combinaciones de color.
