El mercado del arte

Hasta hace pocos años, las entidades que había alrededor del arte  eran los marchantes, los artistas, y unos pocos coleccionistas, galerístas y críticos. En cambio, en los últimos años, la lista se ha ampliado con los centros de arte, museos, ferias de arte por doquier, casas de cultura, mas galerías, casas de subastas, etc… Y para complicarlo aún mas, aparecen asesores, comisarios, inversores, curators y mas coleccionistas, mas críticos y artistas.
Muchos de ellos a la sombra del arte oficial de las instituciones. Analizar las relaciones entre ellos se ha vuelto difícil y complicado.

Entre todos han conformado un mercado de arte especulativo, refugio y … sobre todo vendedor. Y cuanto más extravagantes son los criterios del gusto más valor social tiene el invertir en ese mercado, el cual paradójicamente se ha vuelto  más controlable, intervenido por muchas mas  fuerzas especulativas.

Lo que comenzó como una boutade: “todo es arte”, se ha hecho literalmente carne: nadie sabe muy bien lo que es arte y lo que no. Esto no ha ocurrido porque sí. No. La complicidad  entre expertos, galeristas y artistas es clara. La idea central se ha desplazado hacia “hacer caja” como sea. Es el triunfo del becerro de oro. En el fondo siempre había sido así, solo que ahora se ha destapado. Se ha creado un mercado del arte, que al igual que el resto de sectores económicos necesita continuamente novedades. Hoy, la forma rápida de proporcionarlas es la actual tendencia conceptual, que prima el concepto sobre la expresión plástica. Lo cual lleva a la “copia” de las imágenes anteriores. Y como estás son finitas, inevitablemente llevará a su estabilización como movimiento y a su final.

Autor entrada: pincel